El ombligo es un “punto” de referencia de la anatomía del cuerpo humano, y es la primera cicatriz de los recién nacidos. El ombligo se considera el centro del cuerpo, no en vano existe la expresión “ser o creerse el ombligo del mundo”, y se utiliza tanto para individuos como para lugares o localizaciones geográficas. Estar mirándose el ombligo continuamente significa estar atrapado en sí mismo sin ver nada de lo que ocurre alrededor. No es mi intención representar una idea concreta sobre el ombligo, erigirlo como un símbolo, sino mostrarlo como una incógnita, como un interrogante, como un rostro. En el ombligo se concentran los ojos, la boca, la nariz y las orejas, de alguna forma está todo ahí, pero al mismo tiempo, en tanto cicatriz, el ombligo se anula a sí mismo, es una ausencia, la del cordón umbilical, la huella de la separación.